Blanquita Carroso de Dal Bon, de ayer a hoy
La visité a fines de enero en su casa de la calle Montiel, en la ciudad de Buenos Aires. Vital, inquieta, casi burbujeante y jovial, Blanquita me recibió con un entusiasmo y afecto realmente extraordinarios. Integrante de la primera brigada de paracaidistas deportivos en el año 1947, que se inició con Vicente Bonvissuto, primera mujer en realizar un salto con apertura manual, esposa de otro paracaidista notable de aquella época, Héctor Dal Bon, quien fuera piloto, instructor y presidente del Club Argentino de Paracaidismo (con quien alguna vez compartí saltos y amistad). En fin, que las imágenes reproducidas a continuación serán mucho más expresivas que lo que escribamos o hablemos de ella.
Una parte de los pioneros del paracaidismo deportivo argentino. Al pie de la foto la nómina de los integrantes del grupo.
Primera página de su libro de lanzamientos, con el registro de su primer salto el 21 de diciembre de 1947
Habilitación provisoria de Blanquita. En realidad en aquella época todo era provisorio, pues las autoridades de aeronáutica se encontraron con una realidad inédita para ellos: nacía una nueva actividad deportiva.
Blanquita al lado de su esposo Héctor Dal Bon, y un grupo de paracaidistas en una nota del diario Crítica publicada el 21 de noviembre de 1948
21 de noviembre de 1948, nota publicada por La Razón, con motivo de haber realizado Blanquita su primer lanzamiento con apertura manual
Complemento del titular del artículo anterior.
Blanquita y compañeras de salto, con su hijo Danielito de la mano. Esta nota fue publicada en un semanario de la época y...¿saben quien la firmaba? Julián Centeya, el célebre autor de tantos éxitos tangueros.
Jason Dal Bon, nieto de nuestra querida amiga, Tomás Berriolo, Blanquita Carroso y su hijo Daniel Dal Bon, aquél mismo niño que en la fotografía anterior caminaba de la mano de su madre, luego de un lanzamiento. Foto tomada en el florido patio de su casa, el 29 de enero de 2011.
Siempre amante de la poesía y la literatura, hoy Blanquita integra el "Grupo Utopías", que edita una revista literaria premiada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Tomás Berriolo
Presidente Comisión Histórica FAP
Una parte de los pioneros del paracaidismo deportivo argentino. Al pie de la foto la nómina de los integrantes del grupo.
Primera página de su libro de lanzamientos, con el registro de su primer salto el 21 de diciembre de 1947
Habilitación provisoria de Blanquita. En realidad en aquella época todo era provisorio, pues las autoridades de aeronáutica se encontraron con una realidad inédita para ellos: nacía una nueva actividad deportiva.
Blanquita al lado de su esposo Héctor Dal Bon, y un grupo de paracaidistas en una nota del diario Crítica publicada el 21 de noviembre de 1948
21 de noviembre de 1948, nota publicada por La Razón, con motivo de haber realizado Blanquita su primer lanzamiento con apertura manual
Complemento del titular del artículo anterior.
Blanquita y compañeras de salto, con su hijo Danielito de la mano. Esta nota fue publicada en un semanario de la época y...¿saben quien la firmaba? Julián Centeya, el célebre autor de tantos éxitos tangueros.
Jason Dal Bon, nieto de nuestra querida amiga, Tomás Berriolo, Blanquita Carroso y su hijo Daniel Dal Bon, aquél mismo niño que en la fotografía anterior caminaba de la mano de su madre, luego de un lanzamiento. Foto tomada en el florido patio de su casa, el 29 de enero de 2011.
Siempre amante de la poesía y la literatura, hoy Blanquita integra el "Grupo Utopías", que edita una revista literaria premiada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Tomás Berriolo
Presidente Comisión Histórica FAP
Hola, la verdad que muy linda la nota que publicaste. Soy Martín Dal Bon, nieto de Blanquita, y todas estas fotos e historias no hacen más que ponerme orgulloso y traerme a la mente vivos recuerdo de relatos que me contaba mi abuelo sobre esas historias en las tardes que pasabamos en el patio de su casa. Siempre le pedía que me lleve a tirarme en paracaídas, pero nunca se me cumplió ese sueño.
ResponderEliminarMuchas gracias por el espacio.
Abrazo.-