Paracaidistas Veteranos Argentinos

El sábado 1º de diciembre de 2018 realizamos la "juntada" anual de veteranos cordobeses y santafesinos en la quinta del querido Pepe Bassano, fallecido el 20 de enero anterior, con la exquisita atención de los anfitriones María Elena y Silvio, hijos del recordado Precursor y amigo Pepe Bassano. Brote Ortiz y Boscacha Ocantos fueron los encargados de las empanadas y el asado; gracias a todos ellos. Aprovechamos la ocasión para hacerle entrega a ALBERTO ROZA , el, diploma mediante el cual la Comisión Histórica FAP lo declaró " Populsor del Paracaidismo Deportivo Argentino" , en consideración que el 17 de noviembre de 2018 cumplió medio siglo de actividad de paracaidismo ininterrumpida. Alberto Roza muestra su diploma de "Propulsor del Paracaidismo Deportivo Argentino", conferido por la Comisión Histórica FAP. María Elena y Silvio Bassao, recibiendo dos fotografías para el recuerdo familiar, una de las cuales contiene imagen del Trofeo

A fines de la década de 1950, Horacio Barbieri, por entonces empleado en la Dirección de Aviación Civil, fue provisto de una escalera desplegable, con gruesas sogas y sólidas escalas (ver foto), para participar de un festival en el Aeroparque de Buenos Aires. La escalera, muy bien construida pendía de un helicóptero en vuelo y Horacio bajaba parándose en el último escalón, tomado fuertemente de las sogas, y de tal forma recorrió allí colgad o todo el aeroparque, sobre el público y los árboles de la estación aérea. Fue un suceso. Obviamente - ¡paracaidista al fin! – pensó en adosar la escalera a un paracaídas y hacer eso mismo durante el descenso. Recurrió a Miguel Molina, por ese entonces el único y excelente reparador y constructor de arneses, velámenes y todo lo atinente a cualquier modelo de paracaídas, con su taller en la recordada barraca ubicada en el aeródromo San Justo. Molina adaptó la escalera con mosquetones, ganchos y cintas apropiadas, y Horacio comenzó su “

Juan Osvaldo Gil, durante 35 años médico MACA que ha examinado a miles de pilotos y paracaidistas. Él mismo es piloto y paracaidista cuyo último lanzamiento lo realizó en Chascomúis en 2015, a sus 85 años de edad. Fue presidente de la Federación Argentina de Paracaidismo. Durante un año director de la Base Almirante Brown en la Antártida. Premiado por la Federation Aeronautique Internationale (FAI) con el diploma Paul Tissandier 2014. Médico ad honorem de la FAP en cuanto campeonato, concentración y entrenamiento se realizara durante más de 35 años. A través de 19 años fue Consejero Titular del Comité Olímpico Argentino representando a la FAP. Y - tal vez lo más importante - un extraordinario BUEN AMIGO. ¡FELIZ CUMPLE TORDO QUERIDO...!!!.